El argentino reemplaza a Julen Lopetegui tras su salida del Real Madrid. La familia futbolera, la cultura, los libros y el periodismo forman parte de la vida del Indiecito.
«Nos hemos visto obligados a prescindir del seleccionador nacional. Le deseamos la mayor de las suertes. La negociación con el Real Madrid ha ocurrido sin ninguna información a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Lo supimos apenas cinco minutos antes de la nota de prensa. Hay una forma de actuar que hay que cumplir», comunicó Luis Rubiales un día antes de que la pelota comience a rodar en el Mundial de Rusia 2018.
Julen Lopetegui era el reemplazante de Zinedine Zidane en el banco del Santiago Bernabéu una vez terminada la cita mundialista. Inmediatamente conocida la situación, el técnico fue relegado de su puesto y su lugar lo tomó, el exdefensor del Real Madrid, Fernando Hierro, director deportivo de la RFEF.
Luego de que España quedara afuera en octavos de final en los penales frente a Rusia y que Francia se coronara campeón, Lopetegui tomó las riendas del conjunto merengue, con el objetivo de demostrar el gran juego y los buenos resultados como seleccionador. Pero no le fue muy bien. Luego de 137 días, 7 victorias, 2 empates y 6 derrotas –entre ellas la Supercopa de España frente el Atlético Madrid y la goleada 5 – 1 contra Barcelona- Florentino Pérez tomó la decisión de destituirlo de su lugar.
Como relevo provisorio durante dos semanas, hasta que el club español encuentre el sucesor de Lopetegui, surgió el nombre de Santiago Solari. El Indiecito, quien está en Valdebebas, la ciudad deportiva del Real Madrid, desde 2013 y en esta última temporada estuvo en el banco del Real Madrid Castilla, el equipo filial.
Nacido en Rosario el 7 de octubre de 1976, viene de una familia conocida en el mundo del fútbol. Hijo de Eduardo (exjugador de Rosario Central y extécnico de Estudiantes y Vélez), sobrino de Jorge (extécnico de Newell’s e Independiente), hermano de David (actualmente jugando en Chipre), de Esteban (exjugador y actualmente como DT en las inferiores de Rosario Central) y de Liz (quien consiguió su lugar en los medios como modelo) y primo de Augusto (ahora en Racing).
Criado futbolísticamente en Renato Cesarini, club que crearon su padre, su tío, los hermanos Ermindo y Daniel Onega, Luís Artime, entre otros, en 1975, en modo de homenaje al jugador y técnico de River. Debutó en el River de Ramón Díaz en 1996 y pronto emigró al Atlético Madrid. Luego de buenas actuaciones en El Colchonero, el equipo de la vereda de enfrente se fijó en él.
El Real Madrid incorporó a su plantel galáctico al argentino, quien se supo acomodar bien y logró hacerse un lugar en un equipo repleto de figuras (Roberto Carlos, Zidane, Luis Figo y compañía).Cumplido su ciclo en la Casa Blanca, llevó su zurda a Milán, al Internazionale. Llegando al final de su carrera, tuvo pasos por San Lorenzo, Atlante de México y se retiró a los 35 años en Peñarol de Montevideo.
Además de ser entrenador, Solari es profesor de educación física, fanático de los libros (especialmente de Jorge Luís Borges), en algunas entrevistas citaba a autores argentinos como respuesta,y también profundizó en el mundo del periodismo. No todo es fútbol. En 2007, todavía siendo jugador, comenzó a escribir artículos en el diario El País. Al principio, al estar en Italia, muchas de las notas eran sobre el Calcio. En sus últimos años de carrera, dejó el arte de la escritura y al finalizarla en 2011, la retomó. Fútbol internacional, fútbol argentino, el Real Madrid y el mundial de Brasil 2014, fueron los temas en que Solari puso en letras. La última fue en 2015, donde escribió sobre Raúl. También colaboró con la revista Libero, con un artículo sobre Enzo Francescoli.
Siempre quiso entrenar a un equipo de primer nivel. Siente admiración por Lionel Messi. Educador y formador del buen juego, del atacar siempre aunque estén con 10, y del respeto dentro y fuera de la cancha, ahora se le abrió una ventana y se une a los ciclos de los argentinos como entrenadores del Real Madrid: Luís Carniglia, Alfredo Di Stefano y Jorge Valdano.
Facundo Catalini 